12 domingo
Verde
XXVIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
MR p. 440 [438] / Lecc. II p. 282. Semana IV del Salterio.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 129, 3-4
Si conservaras el recuerdo de nuestras faltas, Señor, ¿quién podría
resistir? Pero tú, Dios de Israel, eres Dios de perdón.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Te pedimos, Señor, que tu gracia continuamente nos disponga
y nos acompañe, de manera que estemos siempre dispuestos a
obrar el bien. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y
reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los
siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Volvió Naamán a donde estaba el hombre de Dios y alabó al Señor.]
Del segundo libro de los Reyes 5, 14-17
En aquellos días, el general del ejército de Siria, que estaba leproso,
se bañó siete veces en el Jordán, como le había dicho Eliseo, el hombre
de Dios, y su carne quedó limpia como la de un niño.
Volvió con su comitiva a donde estaba el hombre de Dios y se le
presentó diciendo: “Ahora sé que no hay más Dios que el de Israel.
Te pido que aceptes estos regalos de parte de tu siervo”. Pero Eliseo
contestó: “Juro por el Señor, en cuya presencia estoy, que no aceptaré
nada”. Y por más que Naamán insistía, Eliseo no aceptó nada.
Entonces Naamán le dijo: “Ya que te niegas, concédeme al menos
que me den unos sacos con tierra de este lugar, los que puedan
llevar un par de mulas. La usaré para construir un altar al Señor,
tu Dios, pues a ningún otro dios volveré a ofrecer más sacrificios”.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 97
R. El Señor nos ha mostrado su amor y su lealtad.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas.
Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria. R.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones
su justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad
hacia Israel. R.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que
todos los pueblos y naciones aclamen con júbilo al Señor. R.
SEGUNDA LECTURA
[Si nos mantenemos firmes, reinaremos con Cristo.]
De la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo 2, 8-13
Querido hermano: Recuerda siempre que Jesucristo, descendiente
de David, resucitó de entre los muertos, conforme al Evangelio que
yo predico. Por este Evangelio sufro hasta llevar cadenas, como un
malhechor; pero la palabra de Dios no está encadenada. Por eso
lo sobrellevo todo por amor a los elegidos, para que ellos también
alcancen en Cristo Jesús la salvación, y con ella, la gloria eterna.
Es verdad lo que decimos: “Si morimos con él, viviremos con
él; si nos mantenemos firmes, reinaremos con él; si lo negamos, él
también nos negará; si le somos infieles, él permanece fiel, porque
no puede contradecirse a sí mismo”. Palabra de Dios.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO 1 Tes 5, 18
R. Aleluya, aleluya.
Den gracias siempre, unidos a Cristo Jesús, pues esto es lo que
Dios quiere que ustedes hagan. Aleluya.
EVANGELIO
[¿No ha habido nadie, fuera de este extranjero, que volviera para
dar gloria a Dios?]
Del santo Evangelio según san Lucas 17, 11-19
En aquel tiempo, cuando Jesús iba de camino a Jerusalén, pasó entre
Samaria y Galilea. Estaba cerca de un pueblo, cuando le salieron
al encuentro diez leprosos, los cuales se detuvieron a lo lejos y a gritos
le decían: “Jesús, maestro, ten compasión de nosotros”.
Al verlos, Jesús les dijo: “Vayan a presentarse a los sacerdotes”.
Mientras iban de camino, quedaron limpios de la lepra.
Uno de ellos, al ver que estaba curado, regresó, alabando a
Dios en voz alta, se postró a los pies de Jesús y le dio las gracias.
Ese era un samaritano. Entonces dijo Jesús: “¿No eran diez los
que quedaron limpios? ¿Dónde están los otros nueve? ¿No ha
habido nadie, fuera de este extranjero, que volviera para dar gloria
a Dios?” Después le dijo al samaritano: “Levántate y vete. Tu fe
te ha salvado”. Palabra del Señor.
Se dice Credo.
ORACIÓN DE LOS FIELES:
Llenos de confianza en el Señor, oremos por todos
los hombres y por todas sus necesidades:
1. Para que Dios conceda el espíritu de paciencia y
de caridad a los cristianos perseguidos por su nombre y
los ayude a ser testigos fieles de su Evangelio, roguemos
al Señor.
2. Para que Dios conceda prudencia a los gobernantes
a fin de que se mantengan la armonía y la justicia en
la sociedad, roguemos al Señor.
3. Para que el Señor bendiga los esfuerzos de los
trabajadores y haga que la tierra dé frutos abundantes
para todos, roguemos al Señor.
4. Para que Dios no permita que en la hora de nuestra
muerte, nos sintamos como arrancados de este mundo,
sino que –llenos de confianza y con una gran paz–
lleguemos a la vida feliz y eterna, roguemos al Señor.
Dios nuestro, fuente y origen de la vida temporal y
eterna, haz que no busquemos únicamente la salud
del cuerpo, y que –anhelando sobre todo los bienes del
espíritu– aprendamos a volver a ti, llenos de gratitud por
los muchos dones que nos concedes como miembros de
tu santa Iglesia. Por Jesucristo nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, las súplicas de tus fieles junto con estas ofrendas
que te presentamos, para que, lo que celebramos con devoción, nos
lleve a alcanzar la gloria del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 33, 11
Los ricos se empobrecen y pasan hambre; los que buscan al
Señor, no carecen de nada.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, suplicamos a tu majestad que así como nos nutres con el
sagrado alimento del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo, nos hagas
participar de la naturaleza divina. Por Jesucristo, nuestro Señor.